La radio de todos
Miguel Cello
¿Cómo medir 85 años, sin desgranarlos en números tediosos, repartidos en días, horas, minutos? Ampulosas y conocidas cuentas que suelen impresionar, pero, paradójicamente, no dicen nada. ¿Cómo transferir un sentimiento? ¿Ese que sentimos por alguien o por algo? Explicando o tratar de hacerlo desde la memoria, el corazón y el cuerpo, ese que también es testigo inexorable del tiempo transcurrido pero también de los dolores y alegrías que nos atravesaron. A esta difícil tarea me aboco al conmemorar los 85 años de LT10
Ingresé a esta radio un invierno de 1988. Cuando pasé el umbral concretaba lo que cualquier periodista con pocos años de profesión anhelaba: entraba a una radio prestigiosa, reconocida, llena de historias, de personajes y personalidades.
Ingresaba a LT 10, la radio de la Universidad Nacional del Litoral. Concretaba el sueño. Formaba parte de “La Radio”. Esta, en la que escuchaste un concierto de música clásica en la tranquilidad de tu living, la que te hizo pasar tardes maravillosas con las canciones más populares, la emoción de un gol “tatengue”, sabalero o de la selección argentina. El dolor de un descenso o la felicidad de un ascenso. La llegada del hombre a la luna, un nock-out de Monzón o las hazañas de Pedro Candioti. La radio de “maestros” locutores y periodistas. De poetas y tangueros. De locos y de no tan “cuerdos”. Esa, la de la excelencia de la ciencia que se da en una cátedra en los claustros universitarios. O la otra, que se aprende en las calles de nuestros barrios. Tan sabia y necesaria como la otra. De “Lunes del Paraninfo” y Campamento Litoral.
La radio en la que te enteraste de un golpe militar y en la que viviste el retorno de la democracia, la que te sigue manteniendo expectante con la Santa Fe-Coronda o cuando los ciclistas unían Rosario con Santa Fe. Es la radio que fue pionera con un programa para chicos, hecho por chicos y la que te hizo reflexionar, divertirte y pensar en maravillosas madrugadas. Fue la que estuvo todo el tiempo con vos y para vos en las inundaciones y la que compartió la alegría de un argentino de básquet ganado por Santa Fe. Es la que te informa sobre el potencial del campo, la industria y el comercio, pero también es la radio que te muestra la ciudad con sus calamidades, su pobreza y su violencia. La radio de la opinión y la diversión, la del análisis y el compromiso, la de los errores y los aciertos. La de los viejos sabios que descansan en sus casas o quién sabe dónde. Y ésta, la de hoy, con los jóvenes y no tan jóvenes que debemos aprender que LT 10 es lo que es, en gran medida por las decenas y decenas de empleados, profesionales y artistas que transitaron por ella y el dedicaron esfuerzo, pasión, amor y compromiso.
s nuestra LT10, la que te dice con que abrigarte en los gélidos inviernos santafesinos y la que te advierte de las temperaturas en los infernales veranos. Es la que se despierta y se acuesta con vos. Con satisfacciones, con dolores, con risas y con broncas, con premios y derrotas. Eso es LT10. La de ególatras enfermizos y paladines de la humildad. A los que no debemos olvidar e intentar imitar. Éstos y los otros, fueron y son protagonistas de esta rica historia que realmente. Todos y cada uno desde el lugar que les tocó ocupar y ocupa. Es La radio donde perdimos amigos y compañeros y donde otros, al mismo tiempo, como en la vida, parieron trabajando aquí ,sus retoños. Todo eso es la radio. Porque si la radio es imaginación, ensueño, ilusión, cercanía, eso es LT 10. Porque si la radio busca crear imágenes, estimular los sentidos, generar emociones, eso es LT 10. La radio que te enoja o te hace feliz, pero que siempre te obliga a sentir. La radio, esa que navega nuestra vida, nos hace menos solitarios, alivia nuestras penas, nos arranca una sonrisa. La radio, nuestra eterna compañera que dibuja nuestros sonidos cotidianos y evoca los imaginarios. La que cumple 85 años. La que puede tener tus años o el doble de tu edad. A la que seguís conectado o algo te unió a ella a lo largo de ocho décadas y media. Para muchos su radio, para otros tantos, no. Pero coincidiremos que es parte importante de esta ciudad y esta región. La que se ubica en el dial. La que cualquier “tachero”, colectivero, cartero o simple habitante de esta ciudad, sabe dónde está. Esta acá, clavada en el 1020 y en el corazón, la memoria y el cuerpo de los santafesinos. Y en movimiento permanente, enfrentando nuevos desafíos tecnológicos, económicos y periodísticos. LT 10, es sencillamente, Santa Fe. Y la radio de todos, porque fue, seguramente, la de tus abuelos, tus viejos y ahora la tuya. Y eso es la mejor manera de explicar un sentimiento que tiene 85 años.